“Estos son -dice Flórez- aquellos tres Santos Ermitaños que a la entrada del siglo décimo vivían en la cueva de la montaña de Arlanza, donde hoy vemos la Ermita de S. Pedro en lo alto de la cumbre. Estos son los que hablaron al Conde Fernán González, quando la soberana Providencia valiéndose del medio de que siguiesen un jabalí, le llevó a descubrir aquel pequeño Santuario con el fin de que labrase otro mayor. Estos los que le aseguraron del triunfo que lograria contra los enemigos de la Fé en la famosa batalla de Cascajares”. Flórez, España Sagrada, XXVII, pp. 110-112.
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