Abad beato Rodrigo de Santo Domingo de Silos.
Abad de Silos entre 1242 y 1276. Destacó por su estrecha relación con Fernando III del que obtuvo importantes donaciones para el monasterio. De los muchos milagros que se le atribuyen destacó convertir en agua en vino el día de Viernes Santo, lo que le otorgó dignidad de Santo poco después de su muerte. Flórez, España Sagrada, XXVII, pp. 472-474. Amador de los Ríos España, su monumentos y artes, pp. 936-937: nos da el itinerario sufrido por las reliquias del abad Rodrigo: “trasladado el año 1604 por el abad Fr. Alonso de Velorado, del lugar en que permaneció desde 1560, al Relicario por aquel construido y que es el subsistente; en 1609 se abrió en el sepulcro una ventanilla, y por ella se contempla el terroso cadáver momificado, ya sin resto alguno de la cogulla, del cilicio de cerdas que le ceñía desde los hombros hasta más debajo de la cintura, ni del ceñidor de cáñamo, conservándose la lápida sepulcral, que consta de siete líneas de letra monacal”.
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