Fue encontrada en 1802 en la Peña del Cristiano, posteriormente se perdió y reapareció en 1871, ya mutilada y habiendo perdido las tres últimas lÃneas. En este momento nadie la identificó con la lápida hallada en 1802 (CILA 4, 671).
El hallazgo de estos fragmentos tuvo lugar poco antes del 6 de marzo de 1802, a legua y media de Osuna, en el paraje denominado por entonces Peña del Cristiano. En aquel momento, Antonio Castro se encontraba construyendo una casa e iniciando la plantación de una viña cuando encontró numerosas antigüedades en la tierra. Esta información fue transmitida en una carta escrita por Luis de la Rosa, administrador de la Renta de Correos de Osuna, dirigida a Pedro Cevallos, Superintendente General del mismo Ramo, que le aconsjó informar a la Real Academia de la Historia (Sedeño 1993: 191).
Actualmente la Peña del Cristiano se conoce como la Piedra del Cristiano (Román – Ruiz 2013: 71).
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