Según A. Cabezón, los ladrillos se encontraron en 1955 en la finca Torre del Corral, en Martos, formando parte de un sepulcro paleocristiano (CILA 7, 525).
En CIL II 2/5, 206 se mencionan tres ladrillos, dos encontrados en la finca Torre del Corral, a 3,5 km de Martos; y otro en el lugar conocido como Los Mojones, a unos 5 km al oeste de Martos (CIL II 2/5, 206).
Actualmente se conserva en la colección arqueológica del Colegio de San Antonio de Martos (CILA 7, 525).
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