González-Echegaray y Casado publicaron la estela tras ser informados de su hallazgo por Sierra, en el año 1981. El epÃgrafe se encontraba reutilizado en el aparejo de la iglesia de Santa Eulalia, en cuyas obras de construcción, en 1861, se reaprovechó piedra traÃda de una antigua ermita situada en las afueras del pueblo. La inscripción permanece hoy en dÃa en el mismo lugar, incrustada en el aparejo de la fachada norte de la iglesia, debajo de la escalera de acceso al campanario, a unos 70 cm del suelo.
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