La lápida fue sacada de unos muros de la parte oeste del claustro de la catedral, en excavaciones efectuadas c.1950, y estuvo colocada en la tercera galerÃa del claustro (primera arcada, encima de un capitel que le sirve de soporte).
Fernández Buelta (1950) nos habla de su hallazgo: 'empotrada y rompiendo sus muros hemos encontrado en el JardÃn de Pachu una lápida funeraria de mediados del siglo XI, para meter la cual abrieron, a modo de arcosolio, parte de un muro que ya era muy viejo.
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