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En los terrenos del antiguo cementerio, colindante con la iglesia parroquial y al noroeste de la misma, se encontró entre varias sepulturas, formadas por losas verticales y cubiertas por otras horizontales, una piedra de arenisca gris con esta inscripción. La piedra se conserva empotrada en un muro inmediato al lugar del hallazgo.
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