No hay duda de que los dos capiteles han sido realizados por la misma mano; sin embargo no mantienen la lĆ³gica simetrĆa en su ubicaciĆ³n. El capitel del rey corresponde al lado derecho del arco de entrada a la capilla del Salvador. El del obispo no ocupa el capitel correspondiente a la izquierda, pues se encuentra aquĆ uno representando sirenas, sino que se desplaza hacia la girola. Esta situaciĆ³n se podrĆa explicar si se tiene en cuenta que los dos epĆgrafes hablan de una obra (opus). Si se tratase de la misma obra, lo que parece indiscutible, es evidente que el correspondiente al obispo seƱala el comienzo de la misma, mientras que el del monarca, la conclusiĆ³n. Lo que no se puede aceptar es que la citada obra sea el conjunto de la catedral, pues salta a la vista que por entonces no es que estuviese terminada, sino que se sabĆa que se iniciaba un proceso de muy larga duraciĆ³n. Al igual que despuĆ©s el maestro Mateo "firmara" la parte concreta que realizĆ³, aquĆ se estĆ” seƱalando tambiĆ©n un espacio determinado. Ćste debe de ser la capilla del Salvador, donde se colocarĆa el altar principal de la que habĆa sido la iglesia mayor de Santiago. Iniciado el trabajo en la girola, se continuĆ³ por el Ć”bside y se daba por concluida en el arco triunfal. Todos coinciden en la identificaciĆ³n de los personajes, Alfonso VI y el obispo compostelano Diego PelĆ”ez (ER A CoruƱa, 2013: 949).
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