Se encontraba en una capilla dedicada a San Mancio. MatÃas de Sobremonte la describe asÃ: "Pequeña y obscura entre dos rejas (...) Este sepulcro es de piedra bien largo, y elevado vara y quarta poco más o menos, de labor antigua. Sobre él está un bulto de piedra arenisca de estatura descomunal, armado y echado, enbuelto en un manto largo. En la pared, hacia donde está la caveza de este gigante (...) hai un escudo de armas que es una águila de oro, tendidas las alas y coronada en campo azul, y por orla una faja roja con ocho aspas de oro; esta ciñe otra con este epitafio".
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