Fue encontrada en 1897, junto con los epitafios de Justa y Rufina (cf. ins. núms. 6 y 9 ), en la Casilla de la Gallega, actualmente Huerta de San Rafael, a 1 km de Córdoba, entre la Sierra y el Campo de la Verdad, donde se localizaba el convento de Santa Eulalia de Mérida; estuvo algún tiempo en poder del superior del Convento de San Pablo; posteriormente, según Fita, estuvo en poder de D. Enrique Romero de Torres y en la actualidad se ignora su paradero. (González Fernández, 2016, p.42)
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