Quizá lo más interesante de estos textos, además de su propia existencia, sea la problemática cronológica que plantean. Si desde el punto de vista paleográfico hemos de situar estas inscripciones en torno a los años en que tienen lugar los hechos narrados, fechas que coinciden con las consignadas en la Crónica de Alfonso XI, nuestros textos son más precisos. Tanto en el texto epigráfico como en la crónica los datos cronológicos son importantes, tanto cuanto más precisos sean. En este punto hallamos pequeñas divergencias entre el texto de las inscripciones y el de la crónica.
MartÃn López (1997, p. 504)
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