El grafito se encontró durante la tercera campaña de excavaciones arqueológicas realizadas en la iglesia de Santa LucÃa del Trampal, Alcuéscar (Cáceres), mientras se efectuaba la limpieza y documentación de las bóvedas de su cabecera. Está en la cara exterior del muro meridional del cimborrio central, que mide aproximadamente cuatro metros de lado. Estaba cubierto en su totalidad por un potente nivel de tejas curvas partidas que rellenaba todo el espacio delimitado entre los cimborrios central y Sur y los muretes laterales de construcción medieval.
Es coetáneo a la construcción del edificio, quizás al último momento de la obra, pero antes de colocar las cubiertas. Debió ser grabado in situ durante el corto espacio de tiempo en que la pasta del enfoscado estuvo aún fresca. Es imposible de ver desde el suelo y pudo ser cubierta de inmediato por la segunda capa de estucado. (Caballero - Velázquez, 1989).
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