Ermengaudo y Ermesenda costearon los gastos de la construcci贸n de la nueva portada de la iglesia a cambio se subrogaron el derecho a elegir sepultura en la iglesia, de manera que suscribieron la carta de donaci贸n donde se entregan a la iglesia. Esta entrega en cuerpo y alma a la iglesia por norma general iba acompa帽ada de la donaci贸n de bienes, que no aparecen especificados en la inscripci贸n. Garc铆a Lobo y Mart铆n L贸pez, 2011, p. 106
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