FECHA HALLAZGO:
CIRCUNS. HALLAZGO:
DATACIÓN
Finales del siglo XVI - mediados del siglo XVII (Ordóñez – GarcÃa-Dils 2012: 235).
|
CRITERIOS DE
DATACIÓN :
Criterios paleográficos (letra Q) e históricos (Ordóñez – GarcÃa-Dils 2012: 232).
|
CONTEXTO HALLAZGO:
La inscripción ha sido localizada en la iglesia de S. Eustaquio de Sanlúcar la Mayor. Este templo se sitúa en el punto más alto del centro histórico de la localidad, en un lugar eminente que la tradición del lugar hace asiento del templo romano dedicado al Sol, pervivencia contemporánea de la corriente que da sus inicios en los escritos de Gallegos. La pieza se encuentra ubicada en la escalera de acceso de la primitiva torre del edificio, situada junto al ábside, como dintel de la puerta de acceso a la azotea baja de la parroquia, antiguo pavimento del cuerpo bajo de la torre. Evidentemente, se encuentra reutilizada, aunque no sabemos cuándo pudo ser colocada en este lugar. A falta de un argumento mejor, cabe pensar que su ubicación pudo ser resultado del suceso que tuvo lugar el 5 de mayo de 1590, cuando la torre campanario primitiva del edificio fue seriamente dañada por un rayo que / ronpió la torre por dos partes, suceso que además afecto notablemente a las gradas del presbiterio asà como a los retablos (Silva 2010: 519-520) (Ordóñez – GarcÃa-Dils 2012: 231).
|
OBSERVACIONES:
Inscripción cristiana falsa que fue dada a conocer por Rodrigo Caro. AparecÃa en las Adiciones del Libro III de las Antigüedades y principado de la ilustrissima ciudad de Sevilla de 1634, publicado en 1932. Caro utilizó esta inscripción para intentar explicar el origen de Sanlúcar la Mayor.
La autopsia se realizó entre diciembre de 2011 y marzo de 2012.
La existencia de esta pieza se ha transmitido por diferentes vÃas: una carta enviada por Gallegos el 28 de mayo de 1642 a R. Caro, texto que se ha conservado en el manuscrito Cartas y Papeles de Rodrigo Caro, guardado en la Biblioteca Colombina de Sevilla (BCC ms. 58-1-9, f. 181v.); las Adiciones de Rodrigo Caro, en la que se han basado la mayorÃa de las lecturas posteriores; y a través de varias entradas efectuadas por MartÃn Vázquez Siruela en el citado ms. BCC 60-1-13, donde se recoge la correcta
lectura de la inscripción.
La creación de esta falsificación debe relacionarse necesariamente con el afianzamiento del prestigio de una ciudad que en poco tiempo, con el ascenso de la figura del Conde-Duque de Olivares, Sanlúcar habÃa pasado de ser una villa de tantas en manos de la Iglesia sevillana a convertirse en cabeza del Estado de Olivares. Se tratarÃa,en definitiva, de un elemento más en la legitimación de la antigüedad de Sanlúcar en el afán por la búsqueda de una identidad urbana basada en unos orÃgenes gloriosos (Ordóñez – GarcÃa-Dils 2012: 229-241).
|
|
|