En realidad se trata de tres cartelas epigráficas. La situada en la parte superior, más pequeña, presenta una lÃnea escrita en la que se atisban a leer unas cuantas letras con lagunas insalvables. La segunda, un poco más abajo, es la que contiene el grueso del texto presentado, mientras que la tercera es prácticamente ilegible.
Llama la atención la gran erosión sufrida por las cartelas.
|