Es una tapa de sarcófago que fue hallada bajo el solado del claustro, cortada por el ángulo izquierdo superior como caja para el ángulo del zócalo que debió pertenecer al claustro primitivo. La lauda fue dejada in situ, frente a la puerta de la sala capitular. La inscripción estaba muy gastada y solamente han podido recoger la lectura de la cabecera.
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