Anillo de plata con evidencias de aleación con cobre. Está formado por un aro de sección circular de 2 mm de espesor y un chatón circular, soldado a aquél, con un diámetro de 13 mm y un grosor de 1,3 mm. Los extremos del disco, en la parte central que toca con el aro, estaban decorados, en origen, con sendos pares de pequeñas esferas de 4 mm de diámetro del mismo metal que el anillo, de las que una –la superior de la parte izquierda, según se mira de frente– se ha perdido. Una caracterÃstica peculiar de este anillo reside en la presencia de un texto en tres lÃneas. Por lo general, las piezas morfológicamente similares a ésta, con chatón circular de gran tamaño, suelen llevar grabado algún sÃmbolo en el centro y una leyenda girando alrededor. Dado que la pieza no tiene una función como sello, sino que está diseñada para ser leÃda es posible que la inscripción pudiera recoger alguna de las invocaciones o fórmulas propiciatorias tÃpicas de este periodo y en este tipo de objetos. A modo de propuesta puede considerarse + C(hrist)E D(omine) AB(i)G(e) O(mnem) LAN(guorem). Tanto la expresión Christe Domine como omnem languorem aparecen en escritos religiosos de la época, por lo que su uso en esta inscripción es perfectamente posible. Otra posibilidad serÃa que la inscripción simplemente hiciese referencia al portador de la joya, indicando su nombre y, quizá, su estatus. En este sentido y con todas las cautelas, puede proponerse + CE(le)DO(nii) AB(batis) GL(oriosi) AN(nulus), traducido como «Anillo del glorioso abad Celedonio» o + CE(le)D(onius) AB(ba) GOLAN. En este último caso, las últimas letras, sean éstas GOLAN o GOLN, se corresponderÃan con algunas del nombre en genitivo del lugar en el que estuviese situado el establecimiento monástico del que serÃa autoridad el portador del anillo. Tanto la presencia de una cruz al inicio del texto como las caracterÃsticas formales de algunas de las letras pueden ponerse en relación con inscripciones de época visigoda, entre los siglos VI y VII d.C. Además, la decoración a base de pequeñas esferas a ambos lados del chatón es muy tÃpica – y exclusiva– de este momento histórico (Gutiérrez y Hierro 2009: 150, 159, 167).
Comentario de Isabel Velázquez en HEp 18, 111: DifÃcil cualquiera de las dos hipótesis, pues ambas se distancian bastante de los tipos habituales de monogramas y textos que aparecen en este tipo de soportes, pero no descartables. El otro anillo estudiado por los autores en su trabajo (véase HEp 18, 110) resulta más sencillo y usual, aunque, como indican los autores, puede interpretarse también de varias formas, pero sà cabe suponer que se trata del nombre del propietario. En cuanto a éste, de las dos hipótesis presentadas, a pesar de que serÃa más sencilla, en principio, la segunda por tratarse del nombre del propietario, parece forzado entender Celedonii a partir de CEDO y más aún que se trate de un AB(batis) que se denomine a sà mismo GL(oriosi). Habrá que reflexionar quizá más en profundidad sobre el texto, pero el trabajo de los autores merece atención y ofrece puntos de gran interés (HEp 18, 111).
|