Losa de piedra caliza porosa, de forma circular. En una de sus caras, que está sin alisar, hay grabado un crismón y una serie de cinco cruces incisas trazadas con rapidez y poco esmero. Cuatro de ellas se reparten asimétricamente a lo largo del ruedo, y la quinta, de proporciones mayores, ocupa la parte central de la circunferencia. A unos pocos centÃmetros del monograma y situada a su derecha, se aprecia otra pequeña cruz de forma latina asentada sobre el vértice de un angulito. Por su aspecto, uno tiende a interpretarlo como un signo antropomórfico.
En la cruz del extremo diametralmente opuesto al crismón se distinguen otras dos figuras. La una, situada dentro del ángulo rectángulo superior derecho, es un circulito que debÃa de simbolizar el pan eucarÃstico. La otra figurita, muy borrosa ya, consiste en dos lÃneas curvas que se cruzan formando una especie de pez. Tuvo que situarse algo más arriba y fuera del ámbito de la cruz por no ofrecer la piedra en aquel sitio una superficie plana.
Esta rústica losa circular es el primer vestigio epigráfico de carácter cristiano hallado hasta el presente en Menorca. Según opinión de algunos arqueólogos locales, debÃa de servir para cerrar alguna tumba lateral de las que se encuentran abiertas en la roca de ciertas cuevas. (CIB 134).
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