Este epitafio es uno de los ejemplos más tardÃos que encontramos para la actividad de un posible taller epigráfico de los Templarios, donde volvemos a encontrar las T con curva en el asta vertical y otros caracteres tÃpicos de este taller. Destacamos la presencia de un rosetón insertado en el cÃrculo al final de la cuarta lÃnea, con una configuración exactamente idéntica a la que encontramos en la inscripción de Pombal de 1171, que se conserva hoy en el convento de Cristo (cf. EMP 136). El hecho de que el texto no sea demasiado largo, ha producido que el lapicida se ayudase de escasos artificios epigráficos para aprovechar el espacio, a penas cuatro abreviaturas y un único caso de letras geminadas (EMP 203).
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