A pesar del mal estado de conservación, la lápida muestra gran calidad técnica, por lo que tuvo que pertenecer al taller epigráfico de Coimbra, como muestran sus caracterÃsticas. La lápida, de reducidas dimensiones, muestra una cuidadosa ordinatio, con las lÃneas bien marcadas y el texto distribuido de forma equilibrada en el espacio disponible. La parte final muestra huecos libres que han sido utilizados por el lapidica para adornar con dos pequeñas bandas de motivos geométricos (EMP 253).
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