La inscripción fue grabada en un sillar del Claustro del Silencio sin un delineado previo de las lÃneas textuales. No obstante, el autor debe haber utilizado una ordinatio (que no materializó en la piedra), en la que se refleja la regularidad de los caracteres y la buena paginación del texto. El lapicida se ayuda, en seis ocasiones, de letras inclusas como forma de economizar el espacio, permitiendo, al mismo tiempo, una distribución más equilibrada del texto en el espacio disponible. En la última lÃnea, ocupada parcialmente, hay una leve alteración en el módulo de las letras (EMP 317).
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