. El campo escriptorio está marcado por un recuadro, roto en la parte inferior por el último renglón.
"Se observa, por ejemplo, en la famosa escultura e inscripción del sepulcro de MartÃn Vázquez de Arce, “Doncel†de Sigüenza, en cuya catedral se encuentra (Apéndice epigráfico, núm. 4). La unidad del mensaje comunicativo epigráfico-escultórico resulta evidente. La magnificencia del sepulcro contribuye a la exaltación del difunto y su clase social, además de invitar a la lectura de su epitafio, situado en una ubicación preferente, justo en el centro de la composición escultórica. Sirve la inscripción para identificar la escultura, pero también para explicar las razones de la erección de tan magno monumento". De Santiago Fernández (2002, p. 253)
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