Mismo texto que en el grafito 56 y, además, paleográficamente bastantes similitudes. Vuelven a aparecer los trazos finos, descuidados y adustos, aunque, eso sÃ, conformando mayúsculas meridianamente claras. En esta ocasión encontramos un último signo que nosotros dejamos fuera de la edición, pero Jimeno Guerra interpreta como una M.
Sobre las posibilidades de su origen o la funcionalidad, ver 54. Sobre las posibilidades de caso gramatical, ver 56.
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