Grafito inscrito en mayúsculas. Llama la atención el caso de la última letra, una M, cuyos trazos son dobles, algo prácticamente único en el corpus de Peñalba. Más allá de eso, el grafito responde a las caracterÃsticas propias de aquellos donde la espontaneidad es más notable, pues los trazos son finos, no toman gran profundidad y las letras no tienen un gran detalle en su ejecución (exceptuando la M). Estas caracterÃsticas dificultan enormemente su lectura.
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