FUENTE LEC.:
SEPARADORES:
Nº TEXTOS:
LENGUA:
SIGNARIO:
METROLOGÍA:
OBSERVACIONES
EPIGRÁFICAS:
La lápida, de forma rectangular llevarÃa una inscripción en caracteres visigóticos enmarcada por una franja decorativa a base de rosetas lineales de ocho pétalos inscritas en cuadrados y cruceta diagonal en la parte superior y derecha de la pieza y de trenza en su parte inferior. EstarÃa cortada en su lado izquierdo unos 8 cm. como se aprecia por la ausencia de la franja decorativa en ese lado, asà como por la mutilación de una pequeña parte de texto de la inscripción, singularmente de la cruz que precede al texto.
En la parte central superior, dentro del canto de la lápida se le ha practicado un pequeño receptáculo, o loculus, en forma rectangular, para contener reliquias, similar a otros ejemplos altomedievales conocidos, indicando una posible reutilización, empotrándola en el muro, de una pieza anterior, tal vez mesa de altar.
El campo epigráfico, de 74 por 33 cm, lleva una inscripción en cinco lÃneas, de altura desigual, separadas por otras tantas molduras de separación, excepto en las dos últimas lÃneas, similares a las que enmarcan el conjunto, que tiende a estrecharse hacia el final.
Tal vez pudiera haber sido utilizada antes como mesa de altar a juzgar por el pequeño receptáculo, o loculus, practicado en el canto de la lápida dedicado probablemente a contener reliquias. GarcÃa Lobo - GarcÃa Morilla (2012, 351-352) proponen que este altar original, por paralelos cercanos como los de San Miguel de Escalada, sea datado en el siglo X. Asà mismo, suponen que faltan unos 10 cm por el margen izquierdo.
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OBSERVACIONES
PALEOGRÁFICAS:
GarcÃa Lobo - GarcÃa Morilla (2012, 352-353): Se trata de una espléndida escritura publicitaria – mayúscula – visigótica, como lo demuestran, en primer lugar, el módulo de las letras – son, aproximadamente, el doble de altas que anchas – y, en segundo lugar, la forma de la mayorÃa de ellas que responden al canon visigótico. asà la T con bucle a la izquierda; la A sin el tercer trazo, que es el horizontal; la M con sus trazos externos – el uno y el cuatro – convergentes por la parte superior; la N con el trazo medio oblicuo que no llega a las lÃneas de justificación; La O ovalada o romboidal; la U cuyos segundo trazo, el vertical, tiende a bajar de la lÃnea de escritura, etc. el sistema abreviativo también es visigótico como lo demuestra el uso del semicólon con valor de -us y -ue.
No obstante hay algunas formas que se alejan del canon visigótico y recuerdan más el carolino: la O redonda que vemos al final de la primera lÃnea, al principio de la palabra ONOREM, o la inscrita en la M de MONIO, o la de AUSILIO, en la quinta lÃnea; la E que tiende a ensancharse en sus trazos horizontales; la B también tiende a ensancharse, S de PATRIS en la cuarta lÃnea, que tiende a la doble curva casi perfecta y, sobre todo, la R cuyo tercer y último trazo tiende a cerrarse en curva en las palabras de la segunda lÃnea. Por todo ello, me atrevo a concluir que nuestro calÃgrafo, que ya no trazaba la escritura visigótica, tiene delante e imita, además de posibles inscripciones, un códice visigótico. sin que sepamos cuál, la S que hemos señalado como tÃpica por su forma tan especial, parece inspirada en el Beato de Valcabado (biblioteca del Colegio de santa Cruz de la Universidad de Valladolid, cod. 433, cf. lám. 3).
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