Factura pobre y rasgos toscos propia del mundo rural, escritura torpe e irregular. La formulación se reduce a los elementos fundamentales de la fecha de la consagración y la advocación. Está hecha sobre el propio muro. GarcÃa Lobo, V. – MartÃn López, Mª E. (2011, p. 99).
Se reduce a las mÃnimas fórmulas que son la data y la cláusula notificativa. Se utiliza un formulario sencillo, dado por el autor, esto es, el eclesiástico responsable, monje u obispo. La ejecución del letrero se hace con el mÃnimo de recursos materiales, sobre la propia construcción, y es obra de personal no experto que realiza todas las tareas relativas a la preparación del soporte y el grabado del texto. El tratamiento de la piedra es mÃnimo. El resultado final es un letrero con escritura de trazado irregular, de ejecución torpe, sobre todo las formas curvas, de módulo irregular, escasas abreviaturas y nexos. El lapicida demuestra tener conocimientos de escritura epigráfica muy rudimentarios. Esto produce una deformación de los caracteres gráficos. (MartÃn López 2007, pp. 208-210).
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