Cimacio de un capitel reaprovechado en el Palacio de los Corbos, conocido como Templo de Diana. Aquél se encontraba en una columna (la segunda, empezando por el lado oeste) embutida en una pared de la fachada, por lo que no estaba a la vista la espléndida decoración del frente principal, formada por una composición figurada en relieve, en la que aparecen sobre un fondo plano dos palomas dispuestas de perfil con las dos patas y una de las alas visibles, flanqueando una especie de crátera o cántaro. La composición está enmarcada por un listel inferior, liso, que parece continuar por los laterales y por el borde superior, donde se ha grabado una inscripción (HEp 15, 60).
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