Nº TEXTOS:  LENGUA:    SIGNARIO:

 METROLOGÍA:

 OBSERVACIONES EPIGRÁFICAS:    

Tres fragmentos que encajan de una placa de mármol ceniciento claro. Uno de los fragmentos corresponde a la parte central inferior y tiene un candelabro inciso. Se conservan montados correctamente sobre una placa de yeso enmarcada en el mismo lugar que el anterior. El candelabro se identifica con un menorah hebreo y es el ejemplo más antiguo de esta representación en la Península (HEp 2, 749). Lo que resta del texto hace suponer un alineamiento sobre un eje vertical mediano. Ya no son visibles las lineas de orientación de la escritura, pero se puede suponer su existencia, ya que la parte final de las tres últimas lineas está perfectamente alineada, hecho condicionado por la grabación, a tamaño reducido, de la última o de la linea 4. Sobre el texto se ubica un candelabro (menorah) de 15 cm de altura, colocado en el alineamiento del eje vertical del soporte: a pesar de la rudeza de su diseño, es posible identificarlo como la menorah de la liturgia judaica, anaglifo ya conocido en la epigrafía cristiana hispánica (cfr. IHC 187, ICERV 430). Además, resulta ser el ejemplo más antiguo de menorah de toda la Península Ibérica. En un cementerio donde coexistían hablantes de griego y latin, es importante destacar que la comunidad ebrea compartía los mismos formularios y patrones hispano-romanos (CIPTP 11).

 OBSERVACIONES PALEOGRÁFICAS:  

El alfabeto es bastante regular y uniforme; las letras son altas y larguiluchas y, en su conjunto, advierten una inclinación de la escritura hacia la derecha. Las a presentan la barra quebrada, los trazos paralelos de las e son muy cortos y tienden a oblicuar. La t de la linea 4 muestra, en la barra superior, un exagerado alargamiento hacia la derecha, lo que parece ser una contaminación cursiva. Lo que más llama la atención es una pequeño prolongamiento en forma de acento circunflejo que aparece en las puntas superiores de las c que anteceden a las e, en las lineas 2 y 3 (CIPTP 11).