Aquà el EspÃritu llena a los hombres con su dogma celestial, y, por boca de hombres, el EspÃritu instruye. Reverentes, bajo el temor de Dios, marchad, ministros, que portáis en vasos sagrados los santos dones. Este único camino conduce a los divinos ministerios y él mismo a la par separa al pueblo del coro sagrado. Tú que quieres meditar las alabanzas y cánticos de Cristo, aplica aquà tu alma, pronta a los buenos estudios. Aquà el temor de Dios, aquà la doctrina se adquiere, aquà los corazones son instruidos. Aquà con ello se robustece el bien, aquà con ello se derrumba el mal. AquÃ, con la carne, con la sangre y el agua piadosa, y con la unción sagrada, Dios puede resucitar a los hombres.
Traducción dada por CLEB ES, SE8.
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