Hic iacet bon(a)e memoriae Guillermus de Viridimonte / episcopus obetensis natione gallus alummus / et famulus quondam domini Papae / Clementis septimi qui post multa opera / charitatis obiit in civitate obetensi die Io/vis decima septima mensis februarii / anno Domini millesimo quatuor centesimo /duodecimo

Lectura dada por IMA 12.

Aquí yace don Guillermo de Verdemonte, obispo de Oviedo de grata memoria, de nacionalidad francesa y algún tiempo de la curia y al servicio del papa Clemente VII. Después de muchas obras de caridad, murió en la ciudad de Oviedo, el jueves diecisiete de febrero del año del Señor mil cuatrocientos doce.

Traducción dada por IMA 12.

Don Guillermo de Verdemonte continuó las obras de construcción de la catedral, iniciadas por su predecesor. Es posible que el obispo Guillermo fuera originario de la pequeña villa francesa de Vermant, al norte de París. Formó parte de la curia de Noyon y entro a formar parte de la curia papal de Aviñón en calidad de oficial de la cámara apostólica. Durante el cisma de Occidente, Castilla tomó partido por el bando de Aviñón, apoyando a Clemente VII, quien envió a Guillermo como embajador a los reinos hispánicos. Esta relación con la península Ibérica hizo que Clemente VII nombrara a Guillermo posteriormente obispo de Sigüenza en 1388 y más tarde de Oviedo en 1389, de la que tomó posesión en octubre de 1390.
En las obras de construcción de la catedral, la labor del obispo Guillermo se limitó a la conclusión del ábside del altar mayor. La muerte del prelado fue el martes 17 de febrero de 1412, aunque el “Libro de las Kalendas” del cabildo de San Salvador da la fecha del 3 de mayo.