A ti, Dios, te creemos el autor de esta obra; Cristo, borra los pecados de todos lo que aquà oren; la fugacidad del recuerdo insta a tu indigno siervo Froila que desea y en el señor te conjura, ¡oh! bien amado que lees, para que a mi, pecados, me tengas en la memoria en la sagrada oración.
Traducción dada por Vázquez Rozas (2008, pp. 295-296).
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