Nombre masculino en genitivo (se sobreentiende un "sepulcro de..."). Después del siglo III se generaliza este antropónimo latino -nombre que el apóstol Santo Saulo tomará cuando conoce al cónsul Severo Publio-, que significa "pequeño". Este nombre, frecuente en inscripciones hispanorromanas, está presente en inscripciones cristianas fechadas entre los siglos VI y VII. Posteriormente se recoge en numerosas ocasiones, especialmente durante el papado de los Paulus (MartÃn 1993, 18).
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