Tu generosa piedad, Cristo Dios, resplandece en todas partes y tu generosa piedad salva muchas veces a los malvados. Esto afirman los hombres, las gentes aplauden por doquiera que des vida a lo apagado, esto afirman los hombres. Ponte a favor del pobre, perdona al bueno, haciendo caso omiso a sus m茅ritos; con la clemencia que es tu fuerte, ponte a favor del pobre, es cierto que en mi interior entran en lucha las miserables flaquezas de mi mente, me hiere ciertamente mi punzante culpabilidad. Resplandezca ahora clemente tu gracia fruct铆fera, que levante al deca铆do, y que ella resplandezca ya. As铆stame tu piedad alentadora, que nos asista la piedad, d谩ndonos a todos la salvaci贸n para tu manto celestial.
Fue consagrado este templo por siete obispos: Rudesindo Dumiense, Naustis Conibrigense, Sisnando Iriense, Ranulfo Asturicense, Argimiro Lamecense, Recaredo Lucense, El茅canes Caesaraugustanense. En la era de DCCCCXXXI, el d铆a decimosexto de las Kldas. de octubre (16 de septiembre del 893 d. de C.).
Traducci贸n dada por IMA 226.
|