Las fotos conservadas, procedentes del fondo Camarillo, no permiten más que transcribir algunas palabras, sin ninguna seguridad, que hacen que la edición sea muy insegura. Según GarcÃa López, se trataba de un texto bÃblico que nada indicaba acerca de la fecha, ni del nombre y circunstancias personales del eclesiástico cuyos restos guarda el sepulcro (CIHM 4, 106).
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