[Quisquis ad]venerit templo venerabili isti / et cernens hoc sarcofagum pavimento depictu[m] / eo anteposto flectet quiescente[m] in ipso (hedera) / qui accepti fuit itemque sacerdos (triangula), / et florida [a]etate obiit [h]abituque senili (onda) / sub nobies centena e terni quinquies era. / [Pos]tulata mereatur perfrui semper. Am(en)

Texto dado por González Fernández (2016, p. 27, número 1).

Quienquiera que haya llegado a este venerable templo y al contemplar este sepulcro pintado sobre el pavimento, que, colocándose delante de él, dirija su pensamiento al que reposa en el mismo, que fue persona de trato afable y también sacerdote, y murió en la flor de la vida, aunque con aspecto de hombre maduro, en la era novecientos quince. ¡Ojalá merezca disfrutar por siempre de sus peticiones (a Dios)! Amén.

Traducción dada por González Fernández (2016, p. 27, número 1).

Se trata de una bella composición métrica en la que se advierten varios apartados. En el primero (ll. 1-3) se distingue una adlocutio , en la que se anima al lector a postrarse y rezar ante la sepultura grabada sobre el pavimento mediante la conocida expresión [ quisquis ad ] venerit , aunque la ausencia del nombre del difunto obliga a cambiar el más habitual nomen legendo (cfr. la ins. siguiente) por la contemplación de la sepultura (cernens hoc sarcofagum); a continuación (ll. 3-5) se incluye una breve laudatio con la indicación de su condición de sacerdote y como motivo de pesar el hecho de haber sufrido una muerte prematura. Al final, luego de la indicación de la era (l. 6), en una acclamatio se ruega que el difunto merezca disfrutar de todas sus peticiones a Dios.

En cuanto al vocabulario hay que distinguir algunas expresiones notables y en muchos casos desconocidas en la epigrafía hispana, así, por ejemplo, sarcofagum pavimento depictum , para indicar que se trata de una sepultura sobre el suelo del templo, que se define como venerabile , en una expresión frecuente, aunque siempre acompañado del gen. Chr(ist)i ( IHC , 384, 379a). También son curiosas las frases aetate florida (con claros ecos catulianos) obiit (h)abituque senili , donde se contrapone su juventud real con su aspecto senil, probablemente a causa de su sufrimiento. Por último, la expresión perfrui mereatur , desconocida en la epigrafía hispana, está presente en numerosos textos civiles 2 y oraciones litúrgicas medievales.

Sub ‘no’bies centena et ‘te’rni quinquies era , esta forma de expresar la era constituye sin duda una de las características más notables de la epigrafía mozárabe. En efecto, en el periodo visigodo el año de la muerte del difunto se expresaba mediante el vocablo era seguido del numeral correspondiente: era DCLVIII, por ejemplo. Sin embargo, ahora, sin abandonar por completo la fórmula anterior, se recurre a expresiones complejas mediante la combinación adjetivos y adverbios ordinales, distributivos y multiplicativos a veces de difícil interpretación, e incluso se divide el sintagma sub era . No obstante, habría que indicar que esta fórmula está ya presente en un epígrafe de San Juan de Baños ( IHC , 123), donde la fecha se indica con la expresión sexcentum decies era nonagesima novem.

Resulta extraño que no figure el nombre del difunto, pero es posible que éste figurase en una cartela colocada en la cabecera del sepulcro. (González Fernández, 2016, p.28-30)