Todos los comentarios realizados en el epÃgrafe precedente (número 47) podrÃan repetirse en éste, pues tanto el material como la escritura denuncian claramente el bajo nivel económico del difunto y el casi nulo conocimiento de la lengua latina del grabador del mismo, como revelan la grafÃa vixquit por vixit , la división del numeral quinque en dos lÃneas separadas y la posición del vocablo in pace al final del texto, separado de la fórmula hic requievit . Por otra parte, faltan las fórmulas rituales propias de la epigrafÃa mozárabe, incluida la datación, pero, al contrario, se indica la edad del difunto, una costumbre erradicada en este periodo (González Fernández, 2016, 142).
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