"Los textos fueron extraÃdos del Antiguo y Nuevo Testamento. Los vemos, casi sin apenas alteración, en la mayor parte de la geografÃa española a partir del siglo XIV. La función de las campanas dentro de la liturgia cristiana como un instrumento para marcar las horas de oficio divino y, a su vez, como medio de protección contra el diablo, fue asociada generalmente a un mismo mensaje de carácter apotropaico que solicita la protección de Dios y la intermediación de la Virgen o los santos, y que va a tener muy pocas variaciones textuales a lo largo del tiempo. Esta campana fue refundida en el siglo XVIII".
Pereira GarcÃa (2016, p. 402).
A la campana se la conoce como La Bomba.
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