Recibió sepultura Toda López en el monasterio de Santa María la Real de Nájera, según consta en la donación que hizo su hija María a dicho monasterio. Cuando Antonio de Yepes describe el epitafio, a principios del siglo XVII, parece ya había desaparecido. La cronología que ofrece Prudencio de Sandoval es errónea, ya que se debe entender la fecha de óbito como «MCLIX> y no «MLIX». Toda era hija de Lope Iñiguez, señor de Vizcaya, y de Ticlo Díaz, que procedía de la aristocracia castellana. Era hermana de Diego López 1 de Haro; casada con don ope González, de Álava. En el año 1121, ella y su hija María donaron al monasterio de Santa María la heredad que poseían en Ziguri para mantener los gastos de luminaria en el sufragio de sus almas y la de sus padres, así como de su esposo fallecido. Toda debió gozar de alta consideración, puesto que su fallecimiento quedó registrado para la eternidad en los Annales Compostelanos (CIHM 6, 37).
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