La iglesia habÃa sido construida por Pedro Virila, abad del monasterio de Cardeña, el año 1136 por encargo del infante de Navarra don Ramiro. El infante era nieto de GarcÃa Sánchez III, el de Nájera, e hijo de Sancho Garcés y de Constanza. Aunque su participación en la primera Cruzada ha sido bastante discutida, en un testamento escriturado el dÃa 13 de noviembre de 1110 se indica que, a su regreso de Jerusalén, y para perpetuar la memoria de su intervención en la toma de la Ciudad Santa, el infante ordenó la construcción de la Iglesia de Santa MarÃa de la Piscina, a semejanza de la piscina Probática
de Jerusalén. Pronto su testamentario, el abad Pedro Virila, cumplió su voluntad, ya que el obispo Sancho de Funes la consagró el 1 de agosto de 1137 (CIHM 6, 38).
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