La identificación del epitafio resulta errónea. El nombre de las fuentes documentales es el de doña Sancha, y no el de doña Beatriz. Ésta aparece, por primera vez, en la obra de Gregorio de Argaiz quien, «aferrado en su idea de los dos distintos Sanchos, inventa asimismo dos esposas, una para cada uno; y pone en Nájera a la mujer del imaginario Don Sancho el Valiente, con el nombre de Beacia o Beatriz» (CIHM 6, 49).
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