Carrero y Fernández (2005) señalan que se trata de una cita inspirada en un capÃtulo del Libro del Génesis (28, 10-22) conocido como "el sueño del Jacob". De hecho, el ritual romano de consagración del altar establece el paralelismo entre el acto llevado a cabo en la nueva iglesia con el episodio referido de la unción de Jacob. El versÃculo citado forma parte de una de las antÃfonas cantadas por el coro, en el instante en que el consagrante se hallaba en el altar mayor de la iglesia, momento previo a la escritura simbólica del alfabeto grecolatino en el suelo del templo.
R. Favreau ha recopilado un catálogo de inscripciones similares y todas tienen en común que están situadas en la puerta de entrada a las iglesias, por lo que en Neila deberÃan estar fuera de contexto original.
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