Tésera de bronce sobre una placa de bronce batida de forma helicoidal, ya que ofrece un cuerpo que se engruesa en el centro y disminuye hacia los extremos, con los bordes en forma de S. Presenta una magnífica pátina de color verde oliva brillante. En la cara superior, ligeramente convexa, se ha trazado de izquierda a derecha la inscripción, formada por diez signos. Pesa 15,88 gr.
Se observa en un punto concreto del epígrafe cómo la inscripción se superpone a la pátina, lo que hace pensar en un epígrafe moderno (Beltrán - Jordán - Simón 2009, 635, 662, fig. 2; Simón 2013, 310-1 y 397).
La relación de esta tésera con la Rauda documentada por la fuentes escritas, y ya en pleno territorio vacceo, hace que este epígrafe suponga una ampliación del límite sudoccidental actualmente conocido de la escritura celtibérica, cuyo testimonio más próximo queda en Langa de Duero y Clunia, por lo que constituye una prueba de la difusión del uso de la escritura hasta estas áreas vacceas fronterizas con el mundo celtibérico, más allá del límite de las cecas celtibéricas, la más occidental de las cuales es Clunia.
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