Escribe D. José Matencio, párroco de Abengibre, a Luis Siret en marzo de 1934: "Estando haciendo unos hoyos para plantar viña, cerca del pueblo, como a dos kilómetros, se encontraron varios platos grandes... de plata. Algunos de ellos tienen inscripciones [...]. Encima de los platos habÃa unos rollos de metal, que parecen también de plata; entre plato y plato habÃa unas hierbas aromáticas, sin duda para su mejor conservación y evitar su roce. Me han traÃdo nueve a casa, que pesan tres kilos todos; también tengo parte de los rollos de metal... Los platos son de varias clases, ya algo deteriorados" (Gómez-Moreno 1949, 316). De Hoz (1997, catálogo 269, n. 95) sugiere que la vajilla pudo pertenecer a un santuario.
El tesoro se componÃa, al parecer, de 28 recipientes, de los cuales 18 fueron llevados al Museo Arqueológico Nacional, donde algunos se encuentran expuestos (sala 13).
El lugar del hallazgo fue en Vallejo de las Viñas, exactamente en la Rambla de la Graja, cerca de las ruinas del despoblado antiguo (parece ser el asentamiento de la segunda Edad del Hierro que menciona Cabré 1947), al remover Sebastián Pérez López una piedra que dejó al descubierto los objetos de plata, que estaban situados a 40 cm de profundidad.
El número de inventario registrado en MLH es erróneo.
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