FUENTE LEC.:
SEPARADORES:
Nº TEXTOS:
LENGUA:
SIGNARIO:
SISTEMA DUAL:
METROLOGÍA:
OBSERVACIONES
EPIGRÁFICAS:
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Los textos escritos, un total de 16, están dispuestos junto a las pinturas que decoran el recipiente, adptándose a los espacios libres que dejan éstas. El trazado de los signos es fino y poco cuidado. Pese a la variedad de formas que presentan las letras probablemente todas las inscripciones correspondan a la misma mano. Sin embargo, López Fernández (2016a) opina que en el texto se observan diversos ductus muy diferenciados, tanto en grosor, tamaño y trazado, lo que sugiere la existencia de diferentes manos.
En la inscripción 7 se ordenan las letras en una forma de estrella, pero el escritor no da ninguna marca para el comienzo del texto. Untermann cree que comienza con la o porque es la letra más pequeña y a continuación el resto de letras van creciendo en tamaño hacia la izquierda y los trazos se van haciendo más fuertes, y también porque empezando en ese punto el final resultante eki puede interpretarse como abreviatura de la conocida forma ekiar. López Fernández analiza otras posibles combinaciones de lectura y solo para dos se encuentran paralelos lekaŕkoekio y kaŕkoekiole. Para la primera, lekaŕ: lekaŕke (Pech Maho, AUD.05.35) y lekaŕśoŕ/iebase (AUD.05.36a), en donde lekaŕ posiblemente sea un apelativo, y lekaŕakakeutite[ (Ruscino, PYO.01.21). Y para la segunda combinación, los paralelos son kaŕkośkar (El Solaig, CS.18.01), kaŕko:lekubaŕeaŕekaŕko: (GR.00.01), aŕika; kaŕkou[ (Ensérune, HER.02.116) y kaŕkeskeŕ (Alcoy, A.04.04).
En la inscripción 2 López Fernández ofrece una nueva alternativa de lectura para esta secuencia como ]kaerten[ con el paralelo untaŕakaer para kaer-, en uno de los plomos de Ruscino (BDHesp PYO.01.22).
En la inscripción 9 se dobla be, según Gómez-Moreno, por capricho del escritor.
En el texto 10, el último signo interpretado como r también podrÃa ser leÃdo como ke. Además, podrÃa considerarse que delante de este signo pudo existir otro, por el espacio en blanco que se conserva. Tras el signo, y tras otro espacio en blanco, podrÃa haber otro signo, bo, que si pertenece al mismo epÃgrafe podrÃa dar una lectura ikebo. Ésta podrÃa contar con un paralelo en un NP que aparece sobre uno de los epÃgrafes procedente de Oliete (TE.05.01), eikeboÅ• (López Fernández 2016a, 205).
beber y elbebebebeber podrÃan ser la reproducción de los relinchos de los caballos, ya que ambas palabras están ante su cabeza.
Solo las palabras uŕkebas y ]ntautin son, claramente, NNP. En el texto 12b aparece basti, que se encuentra también en leyendas monetales (Mon.29) (asà como bastes), por lo que quizás sea un nombre de lugar.
uÅ•kebas[, en la inscripción 14, puede ser NP, asà como ]ntáutin, en la 16c (cf. RodrÃguez Ramos 2014, nº 146).
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OBSERVACIONES
PALEOGRÁFICAS:
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El tamaño y la forma de los signos varÃa en todo el objeto, lo que es indicio de la existencia de varias manos (López Fernández (2016).
H. máx./mÃn. de las letras (en mm): 1) 14/5; 2) 6/5; 3) 11/9; 4) 15/11; 5a) 13/9, 5b) 7/3; 6) 14/7; 7) 22/11; 8a) 15/11, 8b) 16/9; 9) 15/9; 10) 14/9; 12a) 15/11, 12b) 15/7; 13) 13/7; 14) 15/7; 15) 14/12; 16a) 15/8, 16b) 13/8, 16c) 9/6.
Dimensiones de la inscripción: 1) ca. 29 cm; 2) 3,3 cm (conservado); 1,3 cm (conservado); 2,9 cm (conservado); 6) 6,6 cm (conservado); 7) 5,1 cm (conservado); 8) 2,1 cm; 9) 2,1 cm (conservado); 6,1 cm (conservado); 5,2 cm (conservado); 13) 5,3 cm (conservado); 15) 2,1 cm (conservado).
El estado de conservación epigráfica es: 1: se han perdido los signos entre las secuencias basertebonantite.n y bortebara. 11: Se ha perdido casi todo el epÃgrafe, y solo se aprecian restos de algunos trazos. Pero en cualquier caso, no hay ningún signo que se conserve completo. 12: la primera lÃnea solo conserva su comienzo relativamente bien, mientras que el resto sóoo mantiene algunos trazos muy tenues. La segunda lÃnea, también muy tenue, se puede leer casi completa.
RodrÃguez Ramos señala como útiles para la datación paleográfica las variantes te11, te13, te14, be11, ke12, o6?.
La separación de palabras está hecha mediante dos o tres puntos.
En la inscripcion 1 en la secuencia kaÅ•esirteekiar López Fernández (2016, 201) corrige lectura como kaÅ•esikeÅ•ekiar, lectura que ya ofrecÃa Untermann como alternativa. La explicación para esta lectura corregida es la forma de los signos de la secuencia leÃda hasta ahora como -rte- y corregida como -keÅ•-. El primer signo alarga su trazo curvo por debajo del vertical, y el segundo signo presenta una forma más cercana a Å• que a te, dado que no presenta trazo interior (esta variante no se atestigua en la cerámica pintada de Liria) y además se aprecia un trazo vertical inferior que no penetra en la circunferencia.
En la inscripción 5 los tres o cuatro primeros signos son más pequeños que los siguientes. En la secuencia kaÅ•es se han perdido casi todos los signos. Quedan restos de Å• y del siguiente signo, que López Fernández interpreta como n con un pequeño trazo oblicuo inferior, variante que se atestigua también en la estela de Trébago (S.02.01), en las monedas de Salacia (Mon.103), en el plomo publicado por Gil Farrés (SP.01.07) y posiblemente en otro epÃgrafe de Liria, V.06.015.
El penúltimo signo de la inscripción 13 presenta una forma no registrada por Untermann en MLH. PodrÃa tratarse de una variante de ke13 estilizada, una forma intermedia entre ke10 (por su trazo externo) y ke6 o ke13, con las que comparte el trazo interno.
Al final de la inscripción 14 se conservan trazos de un signo que Untermann no leÃa (López Fernández 2016a, 206).
El signo ti con tres trazos representa la sÃlaba sorda, mientras que el signo con dos trazos anota la oclusiva sonora. El caso de ko, en la inscripción 7, es más dudoso, pues aparece atravesado verticalmente, en su parte central, por una lÃnea, que podrÃa marcar la oclusiva sorda, o simplemente formar parte de esa.
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