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CITACIÓN:    BDHespBU.06.05, consulta: 28-11-2024

 

 YACIMIENTO:  MUNICIPIO:
 PROVINCIA:      REF. HESPERIA:  REF. MLH:
 DEPÓSITO,N.INV.  OBJETO:   TIPO YAC.:

 

 
Generalidades Texto EPIGRAFÍA Y
PALEOGRAFÍA
Ilustraciones Contexto Arqueológico Bibliografía

 

 FUENTE LEC.: SEPARADORES: Nº TEXTOS:

 LENGUA:    SIGNARIO:    SISTEMA DUAL:
 METROLOGÍA:

 OBSERVACIONES EPIGRÁFICAS:     Ver en ventana emergente  

Bajo el rectángulo que hay ligeramente escorado hacia la derecha y en el que se aprecia una figura humana estante se colocó el campo epigráfico limitado por dos líneas de 41,5 cm de longitud y una altura de 4,5 y 5,5 cm a modo de caja de escritura, que no está centrada ni con respecto a la superficie de la estela ni con respecto a la imagen del rectángulo superior. La lectura es fácil a excepción de su final, ya que hay un trazo sobre el que los editores no saben determinar si es el último signo de la inscripción, el cierre de la cartela o ambas cosas. Estas características hacen pensar a los editores que quizá el lapicida grabó primero el epígrafe que debió terminar en la zona biselada y posteriormente hizo la cartela.
Como no hay ni separación ni interpunción, los editores plantean dos segmentaciones:
1ª segmentación: mukuu roskiimine(s?) o roskiiline(s?) (en transcripción dual: muguu roskiimine(s?) o roskiiline(s?)). La primera palabra podría interpretarse como un antropónimo de un tema en nasal, en paralelo al que aparece en [BU.06.02]. En cuanto a roskiimine(s?) o roskiiline(s?), dejando a un lado la hipotética -s final, una forma terminada en -e tiene mejor explicación dentro de la morfología verbal celtibérica que la nominal, a juicio de los autores. Plantean, por lo tanto, la posibilidad de una 3ª pers. sg. de un perfecto conformado por ro- < *pro-, preverbio muy usado en irlandés antiguo con formas de perfecto o valores perfectivos, y el tema, o más bien un anafórico infijado -s- y el tema, al modo de TO-SO-KOTE de la inscripción de Vercelli. En este segundo caso quedaría un tema kiiline, mejor que kiimine, que habría que leer kline y que se podría relacionar morfo-etimológicamente con el griego κλίνω ‘inclinarse, acostarse’, latín clinare ‘inclinar’. La -n- del tema de presente se habría extendido al tema de perfecto, como sucede en latín y germánico. Además se habría operado una deriva semántica hacia ‘yacer, estar enterrado’, como ocurre en el mismo griego (cf. también cupat en falisco, cubare en latín ‘estar acostado’), ayudada en este caso, además, por el preverbio ro-. En definitiva, la traducción vendría a ser ‘Mucón, él (está) enterrado’. Los editores son conscientes de la falta de paralelos textuales en celtibérico y la novedad morfológica que supondría el anafórico infijado.
2ª segmentación: Consistiría en segmentar mukuuros o mukuuro (en transcripción dual muguuros o muguuro), con lo que aparecería de nuevo un antropónimo en nominativo o genitivo del singular que cuenta con un paralelo exacto en epigrafía latina cercana: Muguro y Muguri (Alcubilla de Avellaneda, Soria), de un nominativo Mugurus. Un comienzo mug- en la antroponima celtibérica y, en particular, cluniense está muy bien representado. El paralelo es impecable y, además, concuerda la aparición de la ku simple con el carácter sonoro de -g- de la documentación latina. La secuencia kiimines (kiilines) o skiimines (skiilines) podría considerarse el correspondiente patronímico de una fórmula onomástica que no se ajusta a los patrones celtibéricos, pues lo que se esperaría tras el idiónimo es el nombre del grupo familiar. La forma presentaría, además, una característica morfológica: la terminación -es en lugar de la esperada -os, como sucede con seguridad en steniotes [AUD.04.01] y quizá en iteulases y buntunes [NA.01.03] o aleetuures [BU.01.01]. Más difícil es que aparezca en tures [SP.02.03] y [TE.03.01]. Los editores prefieren una interpretación como mukuuro skiimines ‘(tumba) de Muguro (hijo) de Skiminis’ (en transcripción dual muguuro skiimines).

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Los grafemas legibles ocupan la totalidad del campo epigráfico. Se trata de: n1, u1, ku3, u1, r5, o3, s1, ki2, n1, ii, ḿ=n2 y e3.
Simón y Gorrochategui encuentran dos lugares de difícil lectura. El primero lo resuelven a favor de una m (occidental) en lugar de una l, pues creen detectar el tercer trazo que distingue a una de otra letra, con una dirección anormal debido a una pequeña oquedad en la superficie. El otro lugar difícil, que resuelven mediante una crux, es el trazo que se aprecia en la zona biselada. Dejan abierta la posibilidad de una s1, debido a los dos trazos en alto conformando un ángulo en alto, que tienen en consideración a la hora de la interpretación lingüística.
Presenta redundancia vocálica. Los editores admiten la compatibilidad con el sistema dual (vid. variantes de lectura). La comparación onomástica y el yacimiento apoyan esta suposición.


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