Según el dibujo publicado por Burch et al. (2001a, 150, número 12), la lectura era sin duda bai, lectura que ha sido reproducida por otros investigadores (Velaza 2004, 328-329, número 7, fig. 9; Panosa 2005, 1061-1062, número 5.4 , Velaza 2006, 311-312, número 21, fig. 22; Luján-HEP, 14, 175). Sin embargo, tal como se puede apreciar en la fotografÃa (fig. 11), el último signo es muy dudoso, ya que está afectado por erosiones superficiales. Asà pues, las tres alternativas más probables de lectura serÃan bal, ban y bai. Algunos ejemplos para bal: una cerámica ática (B.1.22) de Enserune, una cerámica de barniz negro de tipo A (B.9.13) de Elna y una tortera (E.1.442) del Cabezo de Alcalá (Azaila). Algunos ejemplos para ban: una cerámica de barniz negro de tipo A (B.4.6) de Montlaurés (Narbona), una cerámica grisa de Margalef (Torregrossa) y varias cerámicas de barniz negro de tipo B (E.1.69-72) del Cabezo de Alcalá (Azaila). Algunos ejemplos para bai: una cerámica de barniz negro de tipo A (C.32.2 *) de las Esglésies de Sant Pere (Terrassa), un plato de cerámica de barniz negro de tipo B (D.4.11) de Sant Miquel de Sorba (Montmajor) y una fusayola (E.1.441) del Cabezo de Alcalá (Azaila). La interpretación de estos textos tan cortos es oscura, aunque los paralelos de otros textos ibéricos y otros epigrafÃas hacen plausible buscar antropónimos abreviados. Tampoco se puede descartar que el segundo signo fuera estrictamente otra barra vertical y, por tanto, podrÃa no ser necesariamente una inscripción ibérica
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