Placa-lingote de plomo con el nombre del propietario inciso en el borde de uno de los laterales recortados. La forma utilizada del silabograma ke parece ser la compleja, pero no se trata de un indicio concluyente como para sostener el empleo del signario dual. Se observa un golpe entre los signos 5 y 6, anterior a la inscripción según sus editoras y posterior a ella según RodrÃguez Ramos (2014, 135).
Nombre personal iske·beÅ•i sufijado con –r. En posición de primer formante hallamos una variante del conocido elemento iskeÅ• (§7.64), aquà sin notación de la vibrante final, un fenómeno documentado también en otros casos, como iske·nius–ka (F.9.8,A–1), iske·aÅ›ko (G.21.1,2), iske·iltun (F.21.1,A–9) o iske·laker (BDH T.6.10); en posición de segundo formante tendrÃamos beÅ• o beÅ•i (§7.34). En el final serÃa reconocible un sufijo –ir o –r, posiblemente variante del frecuente morfo –ar, con una simplificación vocálica identificable también en kule·śuÅ•i–r (D.7.1, lectura alternativa) y eventualmente también en la leyenda monetal Å›aiti–r (A.35–5). RodrÃguez Ramos propone una lectura iske·beÅ•[-]ir donde identifica un segundo formante beÅ•[s]ir. Quizás mención del propietario del lingote de plomo en el que el texto se encuentra inscrito.
Cf. NP iskenius-ka: Orleyl (CS) (F.09.08,A-1) y beŕśir: Can Gambús (B.42.01,2).
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