La inscripción se lee, por lo general, de forma clara, salvo los signos 6 y 7 de la segunda lÃnia, que han sido dañados por un golpe sufrido por la pieza, probablemente en época antigua. En ese lugar se perciben restos de dos signos: del primero se conservan restos de dos trazos que se unen en ángulo recto hacia la parte inferior de la hipotética caja de escritura; del segundo, la parte inferior de un trazo vertical.
deÅ›ailauÅ•: La identificación de un segundo formante antroponÃmico lauÅ• (§7.84), bien documentado en ibérico, hace posible un análisis como nombre de persona. Para un primer formante deÅ›ai, cf. specialmente ++SAILACOS[ (G.12.4) y beleś·(Å›)aiÅ• (F.7.1,A–1), que permitirÃan la identificación de un elemento Å›ai / Å›aiÅ•, en este caso prefijado con de–, interpretable tal vez como marca de femenino (Velaza 2006a). Para la alternancia Å›aiÅ• / Å›ai, cf. bigi·lako (B.1.13,A), biu·lakoÅ› (A.33–13) y saka·laku (G.1.6,A–1) con un mismo fenómeno de pérdida de vibrante ante lateral. PodrÃa tratarse, en consecuencia, de un nombre personal femenino, que concertarÃa con la palabra [teba]n, restituible en la lÃnea siguiente. El conjunto del texto podrÃa encajar en la siguiente estructura: NP+NP+teban+V+NP+NP+eban. Asà las cosas, y teniendo en cuenta el tipo de soporte, serÃa posible interpretar el texto.
beÅ•sir: Parece posible restituir el texto como beÅ•sir[teba]n. En la primera parte de la secuencia es posible identificar un nombre de persona formado con beÅ• (§7.34) y sir (§7.105). La parte que restituimos como teban (v. eban / teban) serÃa interpretable como filia, con lo que estarÃamos ante la mención del patronÃmico, estructura que se repetirá en la segunda parte de la inscripción.
bitan: Forma quizás relacionable con el elemento bit(e), que interviene a menudo en la formación de paradigmas de tipo verbal (v. –(e)ŕok–).
astebeibaseban: La primera parte de la secuencia tiene un paralelo exacto en la forma astebeikeaie (F.6.1,2), segmentable como astebei–ke–ai–e y cotejable, a su vez, con auÅ•unibei–ke–ai (F.6.1,1) y con unibei–ke–ai (F.9.5,4). No es descartable que tanto astebei, como auÅ•unibei y unibei se correspondan con nombres personales. La segunda parte incluye un elemento bas, que también tiene posibilidades de funcionar como elemento de formación antroponÃmica (§7.27), pero para el que parece preferible una interpretación como elemento pronominal. La secuencia acaba con la forma eban, bien conocida en ibérico, para la que existen dos interpretaciones contrapuestas, la de marca de filiación (por la que nos inclinamos) y la de verbo relacionado con los campos semánticos de ‘dedicar’, ‘construir’ o similares (v. eban).
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