Los dos signos aparecen escritos en forma de nexo (para ligaduras similares, cf. B.1.4, C.25.7, C.6.1 o E.1.446). Puesto que la secuencia oe es muy poco frecuente en ibérico, Ferrer propone que cada letra sea la abreviatura de uno de los dos formantes del nombre personal (esto es, a modo de ejemplo, oŕdin·eskeŕ), aunque no tenemos otros ejemplos que corroboren esta práctica en ibérico. Encontramos la misma marca ôe otras dos veces en el mismo yacimiento (v. infra).
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