La inscripción está formada en una primera lÃnea por al menos 24 signos de entre dos y cinco cm que se extienden de izquierda a derecha a lo largo de 80 cm. En una segunda lÃnea, justo debajo de los tres primeros signos, se identifican tres signos más de dimensiones similares, pero con trazos menos marcados. Con la lectura propuesta su consideración como abecedario queda fuera de toda duda, ya que se identifican 27 signos distintos de los 29 posibles. Sin embargo hay que tener presente que la lectura provisional después de la primera autopsia y antes de identificarla como abecedario era mucho menos clara. Las autopsias posteriores han permitido afinar la lectura e identificar los signos dudosos y signos inicialmente no identificados. AsÃ, los dos signos finales y los tres de la segunda lÃnea son muy poco visibles y no fueron representados en el calco realizado por el equipo que la restauró en 2004. También se debe destacar que hay muchos signos dudosos, cuya lectura se ha fijado una vez ya habÃa quedado claro, por la secuencia inicial y la no repetición de signos, que debÃa ser un abecedario. Aunque en la lectura inicial se consideró la posibilidad de que hubiera algún signo perdido al final de la primera lÃnea y que algunos de los trazos del final de la segunda lÃnea pudieran corresponder a algún otro signo, no parece probable que fuera asÃ, puesto que la ausencia de los dos únicos signos ausentes, bu y m, podrÃa estar justificada. El primero, bu, por ser un signo muy poco frecuente, especialment en las zonas C y D. Y el signo m por ser un signo caracterÃstico de las inscripciones duales, por lo que su ausencia en un abecedario no-dual, no serÃa extraña.
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